Ciudad de México • Un hombre de la tercera edad maneja un Pontiac rojo en las calles de Querétaro. Lo hace pausadamente y sin problemas. La situación emociona a una mujer que registra el momento en su videocámara “Oh, Dios mío” exclama en inglés. “¡No lo puedo creer, puede manejar!”, dice.
Al volante, un estadunidense de 75 años que hace poco estaba ciego. Originario de Arizona, Warren Wolford había perdido el ojo izquierdo y en el derecho sólo tenía 5% de visión a causa de la degeneración macular.
Los médicos en Estados Unidos lo habían desahuciado. Hoy no sólo conduce, también toca la guitarra, sale a pescar, arregla su jardín, pasea a sus perros, hace una vida normal. Warren aceptó que viajó a México en “un acto desesperado”. Sentía que lo habían sentenciado a muerte y admitió que hubiera entregado una pierna o un brazo a cambio de la vista.
“La vida no era buena para mí y mi esposa. Me tropezaba alrededor de la casa, me caía con las cosas, no podía subir o bajar escalones y estaba muy deprimido”, relató Warren. Aquí encontró a médicos que le ofrecían una esperanza mediante un procedimiento innovador, la “regeneración macular con células madre”.
“Los pacientes que nos llegan ya vieron todas las alternativas y no tienen otra opción. Obviamente se les explica ‘mire, vamos a hacer algo que es novedoso en ese sentido’, aunque sí se ha probado en animales”, explicó Mario Camacho, biomédico mexicano y autor del protocolo que le devolvió a Wolford el más preciado de sus sentidos.
La medicina regenerativa, también conocida como “ingeniería de tejidos”, es una de las ramas más promisorias de la biomédica. Las células madre se encuentran no sólo en embriones, sino en adultos. Su propiedad de “convertirse” en otros tipos de células para reemplazar tejidos dañados esta en etapa de investigación.
Las publicaciones especializadas y ensayos académicos dan cuenta de algunos experimentos exitosos al implantar células madre en ojos de ratones con enfermedad degenerativa.
“Nos enfrentamos a algo que yo sé que in vitro funciona bien, que en animalitos se ve que funciona bien, pero un ser humano es muy diferente, y él ya no tenía tiempo de esperar”, dice Camacho refiriéndose a Warren, quien se convirtió en el primer caso exitoso.
DIÁLOGO CON CÉLULAS
El procedimiento de Wolford en México inició con la extracción de células madre del área cercana al esternón, siguió con el cultivo de estas células en un laboratorio y su posterior reinyección alrededor de la mácula.
Warren sabía que el tratamiento con células madre era complicado en su país. Utilizando argumentos morales y éticos, el presidente George W. Bush frenó en 2006 el desarrollo de nuevos descubrimientos en ese campo. Obama revirtió el veto con una orden ejecutiva en marzo de 2009.
Para entonces, Warren había viajado a Los Algodones, Baja California, un pueblo popular entre los retirados estadunidenses y canadienses. Ahí, su médico contactó al investigador Mario Camacho en Querétaro, quien estudió la aplicación terapéutica de las también llamadas “células troncales”.
Camacho se graduó en Biomédica por la UNAM y obtuvo un posgrado en Ciencias Bioquímicas. Las expresiones que elige para explicar el comportamiento de las células las humaniza por instantes. En entrevista con MILENIO, el científico habló del “compromiso” que muestran en el microscopio.
“La parte importante de mi desarrollo es tener todo el control y el seguimiento del cultivo para determinar en qué paso del compromiso están las células para convertirse en el tipo de célula que yo busco”
- ¿Es como un diálogo con las células?
- Sí, es un diálogo, en realidad.
La ventana de oportunidad es cuestión de días. Según Camacho, el monitoreo del cultivo permite definir con algunas horas de anticipación el momento indicado para implantarlas en un quirófano con la mayor posibilidad de éxito; un descubrimiento que él se atribuye, aunque utilice elementos comunes para muchos científicos.
FUERA DEL LABORATORIO
Tan importante que Warren Wolford estaciona el Pontiac rojo sin problemas. “Quiero que sepa que recuperé mi vida”, comenta vía telefónica desde Estados Unidos. Después de cuatro aplicaciones, recobró la capacidad de ver colores y detalles, aunque está dispuesto a otra intervención con la ilusión de ver sin lentes las letras sobre una página.
Además, Warren olvidó el retiro y se convirtió en activista, actualmente busca casos similares al suyo para que se evalúe si son candidatos al tratamiento. Sus planes empatan con los de Mario Camacho, quien a partir de esta experiencia pretende realizar un ensayo clínico con 200 pacientes para determinar la efectividad del procedimiento, algo que exige recursos millonarios.
Y aunque hace años optó por la investigación independiente para evitar lo que él llama “burocracia científica” y “política académica”, ahora toca puertas en busca de financiamiento. En el Poder Legislativo, el tema interesó al senador Adolfo Toledo, quien evalúa la posibilidad de una iniciativa que dote de mayores recursos a la investigación en este rubro.
“Nos abordaron, platicaron con nosotros y lo que estamos viendo es que en el próximo periodo ordinario de sesiones pueda darse curso a través de la Comisión de Salud y de otros legisladores, de una iniciativa donde se promueva este tipo de actividades”, informó el senador priista por Oaxaca.
Mientras tanto, Mario Camacho continúa sus investigaciones en Querétaro, con la esperanza de multiplicar el caso de Warren mediante la capacitación de oftalmólogos: “Yo como científico y humanista busco que estas sean terapias lo más económicamente posibles, con tecnología nuestra que pueda llegar a la mayor cantidad de personas. Eso es lo ideal”.
EL PADECIMIENTO
-La degeneración macular es la causa más frecuente de ceguera irreversible en los países desarrollados, seguida de la diabetes.
-La mácula es la parte de la retina que se ubica directamente detrás de la pupila y aunque sólo ocupa 2% de la superficie del ojo, es considerada como el sector de mayor agudeza visual.
-Quienes padecen degeneración macular pierden poco a poco la capacidad de ver colores y detalles, los tratamientos comunes retrasan la pérdida de la visión pero no la restauran.
Fuente: Mileio Diario
http://www.milenio.com/cdb/
Al volante, un estadunidense de 75 años que hace poco estaba ciego. Originario de Arizona, Warren Wolford había perdido el ojo izquierdo y en el derecho sólo tenía 5% de visión a causa de la degeneración macular.
Los médicos en Estados Unidos lo habían desahuciado. Hoy no sólo conduce, también toca la guitarra, sale a pescar, arregla su jardín, pasea a sus perros, hace una vida normal. Warren aceptó que viajó a México en “un acto desesperado”. Sentía que lo habían sentenciado a muerte y admitió que hubiera entregado una pierna o un brazo a cambio de la vista.
“La vida no era buena para mí y mi esposa. Me tropezaba alrededor de la casa, me caía con las cosas, no podía subir o bajar escalones y estaba muy deprimido”, relató Warren. Aquí encontró a médicos que le ofrecían una esperanza mediante un procedimiento innovador, la “regeneración macular con células madre”.
“Los pacientes que nos llegan ya vieron todas las alternativas y no tienen otra opción. Obviamente se les explica ‘mire, vamos a hacer algo que es novedoso en ese sentido’, aunque sí se ha probado en animales”, explicó Mario Camacho, biomédico mexicano y autor del protocolo que le devolvió a Wolford el más preciado de sus sentidos.
La medicina regenerativa, también conocida como “ingeniería de tejidos”, es una de las ramas más promisorias de la biomédica. Las células madre se encuentran no sólo en embriones, sino en adultos. Su propiedad de “convertirse” en otros tipos de células para reemplazar tejidos dañados esta en etapa de investigación.
Las publicaciones especializadas y ensayos académicos dan cuenta de algunos experimentos exitosos al implantar células madre en ojos de ratones con enfermedad degenerativa.
“Nos enfrentamos a algo que yo sé que in vitro funciona bien, que en animalitos se ve que funciona bien, pero un ser humano es muy diferente, y él ya no tenía tiempo de esperar”, dice Camacho refiriéndose a Warren, quien se convirtió en el primer caso exitoso.
DIÁLOGO CON CÉLULAS
El procedimiento de Wolford en México inició con la extracción de células madre del área cercana al esternón, siguió con el cultivo de estas células en un laboratorio y su posterior reinyección alrededor de la mácula.
Warren sabía que el tratamiento con células madre era complicado en su país. Utilizando argumentos morales y éticos, el presidente George W. Bush frenó en 2006 el desarrollo de nuevos descubrimientos en ese campo. Obama revirtió el veto con una orden ejecutiva en marzo de 2009.
Para entonces, Warren había viajado a Los Algodones, Baja California, un pueblo popular entre los retirados estadunidenses y canadienses. Ahí, su médico contactó al investigador Mario Camacho en Querétaro, quien estudió la aplicación terapéutica de las también llamadas “células troncales”.
Camacho se graduó en Biomédica por la UNAM y obtuvo un posgrado en Ciencias Bioquímicas. Las expresiones que elige para explicar el comportamiento de las células las humaniza por instantes. En entrevista con MILENIO, el científico habló del “compromiso” que muestran en el microscopio.
“La parte importante de mi desarrollo es tener todo el control y el seguimiento del cultivo para determinar en qué paso del compromiso están las células para convertirse en el tipo de célula que yo busco”
- ¿Es como un diálogo con las células?
- Sí, es un diálogo, en realidad.
La ventana de oportunidad es cuestión de días. Según Camacho, el monitoreo del cultivo permite definir con algunas horas de anticipación el momento indicado para implantarlas en un quirófano con la mayor posibilidad de éxito; un descubrimiento que él se atribuye, aunque utilice elementos comunes para muchos científicos.
FUERA DEL LABORATORIO
Tan importante que Warren Wolford estaciona el Pontiac rojo sin problemas. “Quiero que sepa que recuperé mi vida”, comenta vía telefónica desde Estados Unidos. Después de cuatro aplicaciones, recobró la capacidad de ver colores y detalles, aunque está dispuesto a otra intervención con la ilusión de ver sin lentes las letras sobre una página.
Además, Warren olvidó el retiro y se convirtió en activista, actualmente busca casos similares al suyo para que se evalúe si son candidatos al tratamiento. Sus planes empatan con los de Mario Camacho, quien a partir de esta experiencia pretende realizar un ensayo clínico con 200 pacientes para determinar la efectividad del procedimiento, algo que exige recursos millonarios.
Y aunque hace años optó por la investigación independiente para evitar lo que él llama “burocracia científica” y “política académica”, ahora toca puertas en busca de financiamiento. En el Poder Legislativo, el tema interesó al senador Adolfo Toledo, quien evalúa la posibilidad de una iniciativa que dote de mayores recursos a la investigación en este rubro.
“Nos abordaron, platicaron con nosotros y lo que estamos viendo es que en el próximo periodo ordinario de sesiones pueda darse curso a través de la Comisión de Salud y de otros legisladores, de una iniciativa donde se promueva este tipo de actividades”, informó el senador priista por Oaxaca.
Mientras tanto, Mario Camacho continúa sus investigaciones en Querétaro, con la esperanza de multiplicar el caso de Warren mediante la capacitación de oftalmólogos: “Yo como científico y humanista busco que estas sean terapias lo más económicamente posibles, con tecnología nuestra que pueda llegar a la mayor cantidad de personas. Eso es lo ideal”.
EL PADECIMIENTO
-La degeneración macular es la causa más frecuente de ceguera irreversible en los países desarrollados, seguida de la diabetes.
-La mácula es la parte de la retina que se ubica directamente detrás de la pupila y aunque sólo ocupa 2% de la superficie del ojo, es considerada como el sector de mayor agudeza visual.
-Quienes padecen degeneración macular pierden poco a poco la capacidad de ver colores y detalles, los tratamientos comunes retrasan la pérdida de la visión pero no la restauran.
Fuente: Mileio Diario
http://www.milenio.com/cdb/
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